Para higienizar tu almohada, quitale la funda con la que viene, lavala y rociala con un aerosol desinfectante.

Si la almohada que elegiste no viene con una funda extraíble, colocarle una para proteger tu almohada.

No metas tu almohada al lavarropas ni la laves a mano, sólo rociarla con un aerosol desinfectante (como por ejemplo, Lysoform) y dejá secar

Cambiá tu almohada a partir de los 6 meses de uso y hasta los 2 años para evitar que hongos, virus y bacterias se reproduzcan dentro de ella a causa de acumulación de sudor, partículas propias de la piel y saliva.